FICHA:
Autor: Dietmar Elger
Editorial: Taschen
Género: Arte
Páginas: 96
Traductor: Francisco
Caro
La editorial Taschen
tiene una ventaja a la hora de comprar sus libros: son muy baratos. Su línea de
arte es expuesta de una forma muy visual lo que añade atracción a la obra
porque no sólo comenta el cuadro en cuestión (o la corriente artística) sino
que además muestra la obra para poder ver punto a punto, mejor dicho pincelada
a pincelada, la teoría escrita sobre el cuadro representado en la lámina.
La forma de expresar el
arte se hace de forma clara y concisa, sin grandes alardes literarios pero, eso
sí, con una rigurosidad técnica que en modo alguno resulta pedante o
indescifrable para el lector medio.
En este libro de arte
abstracto la división por épocas del fenómeno de la abstracción hace que se
entienda, desde un punto de vista histórico, el nacimiento y evolución de esta
corriente artística. Elger muestra la evolución desde la década de 1910,
pasando por la de los años veinte, treinta y cuarenta, cincuenta, finalizando
con la década de los sesenta. Además de una introducción a la corriente
artística bajo el epígrafe “una pintura de signos autónomos”.
Un gran acierto de
Elger al presentar a cada artista es mostrar una parte de su personalidad a
través de las declaraciones hechas en conferencias o presentaciones, haciendo
más cercano el acercamiento del lector al artista y a su obra. Como ejemplos
podemos mostrar los siguientes: <<Más es menos>> (Ad Reinhardt,
variando una cita del arquitecto Ludwig Mies van der Rohe) o <<Pintar
significa destruir todo lo que hubo antes>> (Karel Appel).
SIPNOSIS DE LA
EDITORIAL:
El concepto de arte
abstracto se aplica a toda expresión plástica desvinculada de la intención
figurativa y de las referencias a la realidad aparente. El arte abstracto no
pretende reproducir el mundo concreto y visible sino que se basa en la
representación de elementos abstractos o abstraídos como gestos, formas,
colores, estructura o diseños. La composición pura se convierte en la principal
aspiración del trabajo artístico. La expresión de un concepto del mundo
liberado del objeto es el logro más destacado del arte del siglo xx. Antes la
expresión artística tenía un carácter mimético: reproducía el mundo tal como lo
veía el artista. Fue entonces, a principios del siglo xx, cuando artistas como
Pablo Picasso en París, Wassily Kandinsky en Múnich o Kasimir Malevich en Moscú
comenzaron a disolver la visibilidad de los objetos y a reinterpretarlos en una
pintura de signos autónomos.