domingo, 29 de enero de 2012

'1Q84' Libro 3


Después de haber terminado el primer tomo de 1Q84 que incluía los libros 1 y 2, estuve esperando ansioso este tercero para leer el final de la historia entre Aomame y Tengo. Gracias a la obra, el compositor Leos Janácek y su Sinfonietta ya no me serán jamás desconocidos.
Murakami hilvana la acción a través de capítulos "personales", es decir, cada capítulo corresponde a uno de los protagonistas. La descripción de todos los personajes es asombrosa, ya que una vez iniciada la obra parecen tan reales como las personas de nuestro alrededor. Teje el autor una complicada red de relaciones que poco a poco va desmadejando para vislumbrarnos el final. La narración es precisa y muy rica en matices, a lo que hay que agradecer también el buen trabajo del traductor quién en sus notas nos aclara conceptos y palabras que en nuestra cultura son totalmente desconocidos.
La historia, fantasiosa donde las haya, se nos hace creíble y hasta real con la "little people" y la "crisálida del aire" como conceptos casi cotidianos. Estaba pensando en poner algún pero a esta obra, pero la verdad, es que personalmente no he encontrado ninguno, y de hecho me ha animado a leer más libros del autor.


FICHA:
Autor: Haruki Murakami
Editorial: Tusquets
Género: narrativa, novela.
Traductor: Gabriel Álvarez Martínez
Páginas: 416


SINOPSIS DE LA EDITORIAL


A las voces de Aomame –la enigmática instructora de gimnasia y asesina– y de Tengo –el profesor de matemáticas y escritor–, se suma, en este tercer volumen de la novela 1Q84, la de un nuevo personaje, un detective llamado Ushikawa. Su última misión, encargada por Vanguardia, el misterioso culto religioso, consistió en comprobar si Aomame era digna de confianza para trabajar para el líder. Ushikawa dio el visto bueno a la joven, pero ésta los traicionó a todos, cometió un nuevo asesinato y luego desapareció. Si el detective no logra encontrarla, la venganza de la secta se abatirá sobre él. Entretanto, Aomame y Tengo, cada uno a su modo, siguen deseándose en la ausencia, buscándose –en el más puro estilo de Murakami– casi sin moverse de su sitio, aislados, quizás a punto de experimentar un giro radical en sus vidas y esperando un reencuentro que los redima... en el mundo de 1984, o en el de 1Q84, ese fantasmagórico universo con dos lunas.

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