lunes, 30 de junio de 2014

Consummatum est

FICHA:
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma
Género: Novela negra
Páginas: 680

Siguiendo el esquema de las obras anteriores con una prosa activa, un intercambio constante entre personajes y una “banda sonora escrita”, el resultado es tan sorprendente como en la primera novela de la saga.
Después de perseguir a Augusto Ledesma por media Europa, la acción de la trilogía finaliza donde comenzó todo: en Valladolid. Pérez Gellida no da pie a descansar ni a los protagonistas, ni al lector que se lanza vorazmente a las páginas de esta etapa final.
Los personajes de la segunda novela se acoplan a la perfección a la tercera y, como en la precedente, realizan un periplo europeo tras las huellas del asesino en serie español. La descripción de los lugares que realiza el autor invita al lector a visitarlos, puesto que no sólo son escenario de las andanzas de los protagonistas, sino que además utiliza grandes referencias para animar dicha visita. En Praga, por ejemplo, la tumba de Kafka es uno de esos sitios.
Llama la atención, aunque en realidad no tanto por ser quien es el autor, el derbi de rugby entre los equipos vallisoletanos. Un escenario novedoso para proseguir con la lucha entre el inspector Sancho y el asesino.
El poemario final es un gran colofón al libro, como la banda sonora que invita al lector a escucharla, y en él aparecen todas las composiciones creadas por el antagonista. Una sección muy bien pensada para aquellos lectores que sólo han leído el último ejemplar o a quienes les falte por leer alguno de los anteriores.

SIPNOSIS DE LA EDITORIAL:

En la pequeña localidad islandesa de Grindavik amanece con todos los miembros de una misma familia brutalmente asesinados. En uno de los países del mundo con menor tasa de homicidios por habitante, el comisario de la Brigada de Homicidios de Reykjavik, Ólafur Olafsson, se enfrenta al caso más escabroso que ha visto justo en el ocaso de su carrera profesional.
Pero muy pronto todas las pistas empiezan a apuntar hacia un sofisticado asesino en serie, Augusto Ledesma, que durante varios años ha ido componiendo una siniestra poética de versos regados de sangre a lo largo y ancho de Europa.
Ante tales evidencias, la INTERPOL decide poner al frente del caso al jefe de la Unidad de Búsqueda Internacional de Prófugos, Robert. J. Michelson, que se rodeará de un grupo especial integrado por algunos «viejos conocidos» del asesino. En Consummatum est el lector asistirá al ansiado desenlace de una trilogía —Versos, Canciones y trocitos de carne—, que ha robado el sueño a quienes leyeron Memento mori y continuaron recorriendo los laberintos de la mente criminal con Dies irae. El singular y novedoso estilo narrativo de Pérez Gellida promete no dejar a nadie indiferente en este magistral e imprevisible acto final.

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